INSTALACIÓN

"FUCKINVITROMENT" 2011.

                La instalación está compuesta por un televisor, reproductor de video, reproductor de cd, discos, vallas de cerramiento para obras de albañilería, mallado de cerramiento y señales de balizamiento junto con materiales residuales.

Fuckinvitroment –una palabra completamente artificial y sin depurar- corresponde a la relación que se hace entre medioambiente y el ser humano actual.

En un sin número de ocasiones nos hemos acercado a la falda de una obra o, al menos, conocemos a alguien que sí lo ha hecho. Dejándonos llevar en pos de nuestra condición inevitable de voyeur/ “mirones”, por un momento somos exploradores del mundo urbano. Regresamos a nuestra infancia para volver a convertimos en una especie de rastreadores ansiosos por descubrir los entresijos de un mundo que nos parece completamente inhóspito y extraño, poblado de instrumentos terribles, ropas, olores y jergas, a veces incomprensibles.

La propuesta es hacer reflexionar al espectador sobre su responsabilidad para con el medioambiente. Sobre todo: la manera que tenemos de modelar nuestro entorno natural y convertirlo –tras una serie de metamorfosis- en un espacio completamente sistematizado y aséptico. Aunque existan organismos que intentan transmitir esto mismo, parece ser que no llegamos a recibir el mensaje completo o lo recibimos distorsionado por nuestra percepción adaptada.

Los mensajes para convertirnos en mejores personas y adaptarnos al ambiente que nos rodea no son suficientes. Cuantos existen, han sido mediatizados por la radio, la prensa, el Estado o algunas empresas –que no tienen por qué ser multinacionales-.

Somos humanos. No tenemos que vivir como ratones en un espacio reducido, rectangular, comiendo y hablando como nos educa la televisión o el Estado. Tenemos que vivir como seres humanos, como personas, como animales inteligentes en la cima de la carrera por la supervivencia. Respetándonos a nosotros mismos y al medio que nos envuelve como una madre.

La Tierra es nuestra madre. No podemos engañarla, maltratarla o ignorarla, porque sabemos que vive callando nuestros peores errores y aun así, nos ayuda, nos alimenta, nos acoge. 

Desoír esto nos vuelve a transformar en niños, en pequeños exploradores de olvidadas responsabilidades.

Nuestro sentido común es la voz de nuestra madre, Tierra.

Ramón Cubiles Robles. Instalación 2011.

-MEMORIA DEL PROYECTO-

Para la ejecución de la misma fue necesaria la ayuda de la delegación de cultura del ayuntamiento del municipio. Se prestó positivamente –sin saber muy bien para qué iba a usarse-, y se añadieron telas verdes sintéticas al mallado de cerramiento, justo para darle una impresión lo más natural de una “zona de obras”.

Lo cierto es que la imagen que podía observarse, prácticamente podía confundirse con una zona de trabajo de reparación o construcción, ya que el público pasaba mirando todo aquello como lo haría en un lugar que tuviera las mismas condiciones reales de trabajo. Aunque antes de iniciarlo fueron repartidos textos explicativos e invitaciones gratuitas informando de la calidad del trabajo.

Algunos pasaban de largo, otros miraban con recelo, se paraban, observaban un rato y luego se iban y otros se paraban más, para encontrar el por qué de aquello –normalmente el público sabía que allí había una instalación artística con un cierto contenido-.

Al estar concebido dentro de un espacio dedicado para el estudio (en el piso superior de la biblioteca, para estudiantes de todos los niveles académicos) el lugar estaba poblado de sillas, que eran usadas por los estudiantes para sentarse obviamente. Aunque luego, fue sorprendente encontrarse en las inmediaciones de la instalación toda una serie de sillas dispuestas como apoyo del público para observar el conjunto del proyecto, tanto dentro como fuera de él. Así, se tomaron fotos que recogen una serie de sillas ensuciadas por los zapatos del público. No se pudo fotografiar a ninguna persona “in fraganti” ya que no contamos con apoyo fotográfico suficiente para ello.

En ningún momento se concibió el proyecto con apoyo de estas sillas para que el público “entrara” visualmente en la instalación. Solamente se pensó en que, éste mismo, fuera indagando un poco por los escasos o casi inexistentes espacios sin malla o tela opaca; que doblara, rasgara o apartara un poco el obstáculo visual -en algunas ocasiones con mucho esfuerzo-, y que se viese el deterioro debido al resultado de todo esto una vez finalizado el proyecto, aunque fue asombroso encontrarse con un caso completamente distinto.

El proyecto fue concebido en origen para intentar provocar la repulsa y la indignación del mayor número de personas que participaran en el público. Si bien hubo una única persona que se manifestó contraria a la instalación (después de haber visto en su interior las imágenes del video porno), no fue tanto por la violencia explícita de las imágenes que se ocultaban tras el enorme mallado envuelto en telas opacas y malla verde sintética, sino por la introducción de esas imágenes en un contexto inadecuado –ya que la instalación se desarrolló en el interior de una biblioteca pública-.

Parece un poco paradójico que la respuesta a un proyecto, que desde principio a fin no tuvo ninguna divulgación ni publicidad, fuera tan comentada y en ocasiones aclamada por una supuesta y mal atribuida “voluntad transgresora”.

Principalmente, se debe resaltar que la respuesta tras la observación de la instalación fue la sonrisa y el sonrojo del público. Muy contrario a cuanto se iba buscando. Incluso la delegación de cultura dio la enhorabuena por la ejecución del proyecto.

Lo cierto es que con este ejemplo, se ha podido comprobar de una forma práctica la comodidad visual de la que participa el público cuando observa escenas de fuerte carga erótica o violencia sexual como algunos apuntan. Las reacciones a esperar tanto de indignación como exclamación al ver las imágenes porno no tuvieron lugar. Se esbozaban sonrisas. Preguntaban el por qué del proyecto. Pues era más interesante para el público la idea que contenía el sentido de todo aquello, que la forma en sí. Algunos sonreían advirtiendo por la sospecha de una condena al proyecto, aunque nunca fue así, más bien lo contrario.

Esta idea, en origen repulsa a toda urbanización excesiva –tomando un caso muy cercano a la instalación *-, resultó ser un éxito para quienes han realizado el proyecto. Ya que ha superado con mucho las expectativas del estudio previo al mismo.

Texto anexo a la instalación:

*: En el municipio de Camas existe una urbanización abandonada –no se sabe muy bien qué ha ocurrido- y queda una especie de armazón en series de bloques de pisos junto al centro de la población. Mientras este asunto está como acallado y poco a poco va formando parte del pasado histórico del urbanismo municipal, se está construyendo otra urbanización actualmente y junto a ésta. Por lo cual, parece un poco paradójico que se comiencen nuevas obras de urbanismo mientras otras no han sido acabadas. Esto es debido al urbanismo brutal, excesivo y completamente innecesario. Ya no se construye por necesidad, sino por deseo, un deseo en muchas ocasiones irracional y violento, pasional y desenfrenado, sin amor ni adaptación al medio. Es semejante al porno. En conexión con esta capacidad para el ser humano de satisfacer deseos desenfrenados y casi irracionales de pasión excesiva. En las imágenes se observa una mujer que queda bajo el varón, sumisa a la fuerza del hombre, como el ser humano con la tierra que habita. La Tierra, como planeta y como madre que cobija al ser humano queda deteriorada y ultrajada por su propio hijo en una espiral de violencia mutua consentida, de catástrofes naturales y sobreexplotación del medio.

Novedades

Esta sección está vacía.

Etiquetas

La lista de etiquetas está vacía.